La escalada sin fin para llegar a un panorama sin igual
Algunos dicen que es una de las mejores vistas que se puede encontrar en Colombia, la que se puede observar después de haber subido los 740 escalones de El Peñol, una roca monolítica que se eleva a más de 220 metros en Guatapé, Colombia. Claro está, si logran subir todos esos escalones.
El Municipio de Guatapé se encuentra a unas dos horas de Medellín, y es uno de los lugares más emblemáticos del país.
Estaba cerca a Guatapé, grabando uno de mis viajes, cuando el conductor nos mostró este increíble lugar. Por supuesto, no pudimos resistirnos y le pedimos que se desviara del trayecto inicial.
Por lo que no estaba planeado, ninguno de nosotros llevaba los zapatos ni la ropa apropiada. ¡Pero eso no nos impidió que emprendiéramos esta aventura!
El comienzo de la subida fue impresionante. Estaba muy emocionada, tanto mi mente como mi cuerpo estaban al cien por ciento. Sabía que tenía un largo camino por delante, pero la vista compensaba el esfuerzo. Así que empecé a subir con mucha energía.
Hacia la mitad del recorrido me empecé a sentir un poco cansada. Hacía calor, y de un momento a otro, tuve la impresión de que la cima estaba muy lejana. Y, sin embargo, la vista era cada vez más bonita, lo que me motivaba a seguir subiendo. En ese punto, mi cuerpo todavía estaba allí, pero mi mente me estaba jugando una mala pasada. No dejaba de pensar en mis zapatos ¡Eran los peores que me podía haber puesto ese día! Pero no había nada que pudiera hacer al respecto, así que seguí subiendo.
Lento pero seguro, un paso tras otro, finalmente llegué a la cima y…
¡Era absolutamente I-N-C-R-E-Í-B-L-E!
Me quedé sin aliento. Frente a mí una vista espectacular se extendía a lo largo y ancho del paisaje. Me impresionaron los colores y todos los reflejos de la vegetación y las rocas sobre el agua, donde antes existía un pueblo el cual fue inundado para crear un embalse.
Aquel paisaje eclipsó completamente la fatiga de la escalada e incluso la molestia que tenía por los zapatos tan incómodos que llevaba. Llegar a la cima fue una gran experiencia.
¡Pero la historia no termina ahí! La parte más interesante, en realidad, fue cuando empecé a bajar. La escalera era muy empinada y no había otra forma de salir. No es un lugar para los que se rinden, eso es seguro. Después de unos pasos hacia abajo, mis piernas comenzaron a temblar. Mi mente me estaba jugando una mala pasada de nuevo, y trayéndome el recuerdo de una vez cuando caí mientras bajaba por otra escalera, aterrizando sobre una mesa de vidrio. Fue muy doloroso y mis piernas terminaron llenas de moretones. Desde entonces, siempre he tenido miedo de caerme por las escaleras.
De todos modos, quería (¡y tenía que hacerlo!) terminar lo que había empezado. Tampoco tenia otra forma de bajar.
Lo que me ha dejado esta experiencia es una gran satisfacción por haber alcanzado un objetivo difícil. Conseguir este resultado siempre se siente bien, pero si lograrlo es complicado, tengan la seguridad de que alcanzarlo se siente un millón de veces mejor.
Escalar El Peñol se relaciona con la vida real, porque cuando uno se fija un objetivo, alcanzarlo puede parecer difícil, pero ¿alguna vez han pensado que a veces cuando se llega a la meta entonces surge otra tarea, que no habían considerado al principio? Y es una historia interminable, siempre hay una nueva roca para escalar y un descenso inesperadamente duro, el éxito y la derrota, la lucha y la satisfacción.
¿Qué es lo más importante de todo esto? Hay algunas cosas, les recomiendo que tengan en cuenta:
– Nunca se rindan.
-¡Y disfruten al máximo!
Creditos: Jonny Beker
Hermosa, quiero escalar Contigo hasta el cielo, allí dónde habitan los angelitos que buscan una Reina cómo tú para que se siente sobre el trono de la divinidad. No importa cuántas rocas tenga que escalar,seguiré esperandote hasta donde me lo permita Dios.
Que chevre. No
Quisiera escribir algo que te dejar fuera de si que te dejara maravillada así como quedaste cuando llegaste a la cúspide de la montaña y viste esa vista y quedaste unibilar
Paulina Hermosa, no he subido aún el Peñol, pero tenlo por segur que acabo de incluirlo en la lista de propósitos. Por supuesto tiene que ser muy duro subir esa cantidad de escalones, pero la vista debe ser una recompensa más que suficiente.
Pau. Siempre va a ser mejor paso que dure y no trote que canse, felicidades por ese reto logrado y espero haya desaparevido tu fobia a las escaletas, mujer divina
Hola Paulina, creo que son 742 si mi memoria no me falla, cogimos mi esposa mi hijo y yo un bis en Medellín que te lleva a Guatape y en el camino te dan unos guaritos como para animar el espíritu, para llegar y subir el Peñón. Cuando arrancas crees que o lo vas a lograr, pero cuando dices LOGRADO… se siente una satisfacción de realización personal que se lleva toda la adrenalina del cuerpo. Te admiro personalmente, nadie de
Mi familia cercana sabe que estoy escribiendo en tu blog. Ya tengo algunos años encima y mi cabeza empieza a parecer como Central Park en invierno. Seguiré leyéndote en silencio. ?
Debe ser bella esa experiencia…pero ahora me da miedo subir al peñol….con esa caida de las escaleras al bajar?
The ladder is like a ladder in the town of Kotorrart, Croatia. But there is a mountain above. A good workout at Paulina. You don’t need to jump from there with a parachute!
de Lo más maravilloso de colombia, tú y el peñól de guatape… ??❤️
Pau te admiro demasiado eres una mujer bella que lo que te propones lo logras, que lindo es el Peñol, que linda es nuestra Colombia ??
Tuve la oportunidad de visitar ese maravilloso lugar y comparto completamente esos sentimientos contigo, cuanto mas te cansas, mas increíble es la vista y eso se convierte en la mayor motivación para llegar a la cima.